Elecciones en Venezuela: de la diplomacia timorata a una diplomacia de la acción

Realmente las elecciones del 28 de julio son históricas, en el sentido del nivel de participación y del compromiso ciudadano para resguardar las urnas, en vigilia desde la noche anterior, los testigos para defender el derecho a contar con las copias de las actas y así evitar que se manipule el resultado. El pueblo venezolano fue protagonista. Una líder como María Corina Machado, que siendo inhabilitada injustamente veló para que el candidato de la oposición en una verdadera unidad fuera alguien competente y de una integridad indiscutible para mantener el estilo cercano al pueblo, con sencillez y calidez humana, fundamental para ganarle a Maduro duplicandole en cantidad de votos. La gente perdió el miedo, la gente se hartó y tuvo una alternativa para apoyar sus esperanzas de cambio. Fue indignante ver como en el día de ayer 29 encapuchados oficiales de la DAET parecían que amenazaban con entrar en la residencia de la Embajada Argentina para sustraer a los miembros de la campaña de María Corina, de Vente Venezuela, asilados allí violando la Convención de asilo diplomático firmado en Caracas en 1954 y sólo no lo hicieron porque los vecinos se acercaron y lo impidieron. Mientras tanto DIana Mondino estaba dando una entrevista en La Nación+, sí hablando del tema pero es increíble como se ha perdido efectividad en las acciones diplomáticas. Es el pueblo ahora el protagonista sin lugar a duda. La comunidad debe estar a la altura de las circunstancias e ir más allá de las acciones de solidaridad que estamos acostumbrados. Una causa en la plataforma en Change.org para solicitar que el CNE que publique las actas con los verdaderos resultados o un comunicado junto a REDLAD u otras organizaciones son acciones que quedan con sabor a poco cuando está la vida de los ciduadanos venezolanos en juego. Movilizar a políticos y periodistas, ya muchos sensibilizados y conscientes de los crímenes de lesa humanidad que comete el régimen de Nicolás Maduro, documentado en informes de la ONU y de la OEA. Ya son 25 años y la gente no quiere pasar ni uno más bajo el yugo del régimen autoritario del chavismo. Siento la impotencia de quien está hace 15 años impulsando el mismo tipo de acciones y ver que no hay cambios reales. Ya no podemos que los tomadores de decisiones a nivel internacional caigan en la trampa del relativismo de si Maduro hizo fraude como muchos otros gobierno de América Latina. Esto no ha sido fraude, cambiar los resultados reales que fueron de un 60-40 aproximadamente según el 73% de las actas recuperados, perdiendo Maduro por goleada, y luego dar como triunfador a Maduro con una diferencia de 3% es un robo burdo, es un dibujo que nadie s elo cree. Ya puede ser considerado un golpe de estado cuando no permitieron que los testigos de la oposición accedieran a la sala de consoldiación de datos, violando la transparencia de las elecciones. Ya venía siendo fraude y no siendo elecciones justas desde el momento que judicializaron los partidos y se robaron los selllos partidarios de la oposición, desde que hay 269 presos políticos o detuvieron a muchos activistas o miembros de la oposición. Maduro hizo un golpe de estado robandose la elección y ningún gobierno lo puede reconocer. Aunque venga el CNE presente unas actas, que se saben que serán falsificadas, ya no se puede concederle más al régimen por cuestiones diplomáticas. Es la vida de la gente que está en juego, la comunidad internacional tiene el deber de proteger y en este caso es ser intransigente con el régimen. Ya ha desmostrado que se robó la elección e hizo todas las triquiñuelas que podría hacer en una elección. A Maduro no le importó la diplomacia cuando impidió que veedores internacionales, parlamentarios y ex presidentes de distintos países de la región y España entraran al país. Si el sistema internacional no puede tomar acciones y presionar claramente para que Maduro deje el poder cuando se tienen todas las pruebas, ¿para que sirve este sistema? Pensemos en uno nuevo. La prudencia de la política internacional ahora demanda transparencia en los datos, y está bien, es el paso a seguir, pero por favor, sabemos que es el primer paso para presionar porque si presentan datos falsos no se podrán aceptar y se deberán desconocer. ¿Cuál es el siguiente paso para presionarlo? Se debe reconocer a Edmundo como Presidente y excluirlo a Maduro de todo organismo internacional. Debemos dejar de tener relaciones diplomáticas con dictadores cuando sabemos que no representan al pueblo sino que lo someten y violan sistemáticamente sus derechos.

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