Monigotes

En el día de ayer, mi hermana Pato, desde Paris me llamó muy emocionada porque su hija y mi ahijada Clarita, había hecho un dibujo de monigotes que la emocionada. Pato estaba entusiasmadisima de cómo su hijita de 3 años había dibujado a la familia Hierro Gonçalves, ella en el medio (la figura más grande y por ello su ego tambien), al lado Rafael, a su derecha Clarita y más arriba Leticia (su hermanita que nacerá en septiembre). Le gustaba tanto que hasta lo enmarcó, los escaneó y me lo envió por email. Yo no veía más que a la familia del Sr. Cara de papa, al mejor estilo Toy Story, Unas cuatro figuras que no eran mas que cuatro cabezas grandes con palitos que representan las piernas. Por la noche voy a comer Fondeu a la casa de unos amigos, nos juntamos el grupete de siempre, y comento a una de mis amigas que es psicopedagoga la gran hazaña de mi sobrina. Yo estaba más sorprendida porque Clarita había dibujado a su hermanita fuera de la panza, ya totalmente asumida y feliz, pero en fin. Cuestión que mi amiga me cuenta que lo que podemos observar de las figuras cefalópodas, de la cual los miembros parten de la cabeza, corresponde a un realismo frustrado. Me dice que en esta etapa hay lo que se denomina “incapacidad sintética”, que se relaciona con las proporciones, la orientación de estas, etc. No se porque me fui al escenario político con mi mente, y del análisis psicológico de un dibujo de una niña de 3 años pasé al análisis de una mujer de ..cuantos años tiene? 55? Me explica que se dice que es realismo frustrado, porque la niña intenta dibujar algo pero no le sale como ella quiere.
Entonces comencé a recordar los dibujos del INDEC, y de cómo se frustra cada vez que la descubren de que lo que ella dice no es real. De cómo se enoja cuando la delatan con una contradicción o incoherencias a lo largo de su carrera política. En fin, lo demás lo pueden descifrar ustedes sin mucha psicología de por medio, por lo que sigo insistiendo en el infantilismo político de nuestro actual Gobierno. No pido otro, sino que madure. YA!