Vengo de la Plaza...donde siguen jugando...con fuego


Cristina convoca a la plaza, desde donde acabo de pasar, y los ánimos ya están caldeados. Muchos temen por la violencia que pueda suscitarse en la masiva demostración de fuerza convocada por el Gobierno. Siguiendo con actitudes infantiles, pareceriera querer demostrar que junta más gente que los cacerolazos de los últimos días.
Lo que hay que convocar es a rezar, Rosarios y Misas, a la paz, pero eso a algunos les puede sonar muy naif. En un pueblo mayoritariamente católico no deberia ser así, pero bueno, es mi arma más fuerte, más que palabras para voltear argumentos absurdos como los que he escuchado en estos 99 días del conflicto, no tiene sentido para quien no escucha. Para quienes como niños se tapan los oidos "no te escucho, no te escucho, no te escucho" y luego acusan que los demás no quieren jugar con ellos, perdon..dialogar con ellos.
Un amigo me recordó lo que ha dicho el Papa en la última Encíclica Spes Salvi "...Toda actuación seria y recta del hombre es esperanza en acto. Lo es ante todo en el sentido de que así tratamos de llevar adelante nuestras esperanzas, más grandes o más pequeñas; solucionar éste o aquel otro cometido importante para el porvenir de nuestra vida: colaborar con nuestro esfuerzo para que el mundo llegue a ser un poco más luminoso y humano, y se abran así también las puertas hacia el futuro.
Pero el esfuerzo cotidiano por continuar nuestra vida y por el futuro de todos nos cansa o se convierte en fanatismo, si no está iluminado por la luz de aquella esperanza más grande que no puede ser destruida ni siquiera por frustraciones en lo pequeño ni por el fracaso en los acontecimientos de importancia histórica. Si no podemos esperar más de lo que es efectivamente posible en cada momento y de lo que podemos esperar que las autoridades políticas y económicas nos ofrezcan, nuestra vida se ve abocada muy pronto a quedar sin esperanza."
Pues bien, es siendo concientes de esta verdad con la cual debemos actuar en la vida, es sabiendo y haciendolas nuestras estas sabias palabras que los jóvenes argentinos debemos trabajar esperanzados para construir el país que queremos, democrático, que se respeten los derechos fundamentales de las personas, solidario y desarrollado.

Comentarios

  1. Animo Mica, desde acá seguimos las cosas esperando pase lo mejor para los hermanos argentinos.

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