Denunciar la corrupción, un deber de ciudadanos

Ayer me encontraba leyendo Ecclesia in America de Juan Pablo II y a la hora de hablar de corrupción decía que "ha de ser denunciada y combatida con valentía por quienes detentan la autoridad y con la colaboración generosa de todos los ciudadanos sostenidos por una fuerte conciencia moral" y me acordaba de mi abuela. No, no era una viejecita que se sentaba a criticar a los funcionarios políticos y nunca hacía nada. Al contrario, ella era Dra. en química, Ingeniera en Metalurgica y trabajando en el INTI en plena década del setenta le tocó ser testigo de un caso de corrupción de algunos funcionarios de dicha institución pública, donde trabajó hasta que a la edad de 75 años se jubiló para "dedicarse a sus bisnietos" y comenzar a estudiar su sexta carrera universitaria. Ella lo sólo que se animó a denunciarlo, la echaron tan rápidamente como terminó de hacer su denuncia, y no lo dejó ahi, ella se enfrentó con los funcionarios involucrados en la "trapisonda", hizo un juicio al Estado que finalmente ganó, y volvió a sus funciones haciendo que el caso se investigara y se hiciera justicia. Tuvo coraje, perseveró pensando en el bien comùn antes del bien propio de su trabajo. Me dirán, le salió bien, y eso depende de con qué ojos lo mires, la lucha le costó años de trabajo en un juicio, además de haberse expuesto en una época que las desapariciones de personas era algo cotidiano. No es el único miembro de la familia que se ha animado a denunciar hechos de corrupciòn en el Estado Argentino y de los cuales estoy orgullosa, pero están más fresquitos, y aunque las amenazas telefónicas hayan cesado.
Admiraba a mi abuela, asì como admiro a toda persona haya tenido la fuerza para poder ser fiel
a sus convicciones. Uno dice fàcilmente que lo harìa pero te tiene que tocar. Por ello, ejemplos como estos lo animan a uno seguir en la lucha.
Por otro lado, más allá de que le toque a uno de cerca, ser testigo directo, también hay que reconocer a aquellas personas que denuncien aunque los casos de corrupción en plena vocación política, casos de políticos de la oposición, no por la oposición misma sino a partir de su conciencia moral. ¿Ustedes que opinan, tienen algún ejemplo cercano?.

Comentarios

  1. Ya te entiendo mejor.

    es genético!!! ojala y se propaguen más esos genes que a la humanidad le urgen.

    Yo sigo pensando en la política como el medio donde yo puedo aportar algo a construir una mejor sociedad por el ejemplo de mi padre y mi abuelo. en el mundo político por dos grandes amigos que considero íntegros y profesionales en la política. CCC y MOA, ambos diputados federales, grandes amigos y grandes mexicanos.

    ResponderEliminar
  2. genes con conciencia ciudadana y ansias de bien común no faltan, teniendo en mi familia al Presidente de la Primera Junta y al Premio Nobel de la Paz por la mediación en la Guerra del Chaco.
    La educación recibida en el seno de la familia es muy importante a la hora de transformar nuestra sociedad, familia con historia en la política o no, hagamos nuestra propia historia, difundamos en estas nuevas generaciones el amor por nuestra tierra y nuestro pueblo que nos mueve para dedicarle tanto tiempo a esta noble profesión.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Gracias por comentar!

Entradas populares