Pasada fugaz por México DF

Venía con toda la carga emocional de haber visto una Cuba agonizar en el silencio impuesto por una dictadura aplaudida irónicamente por la mayoría de los presidentes latinoamericanos que abogan por los derechos humanos y me encuentro con noticias cada vez más crueles de un México que sufre extorsiones continuas por parte de los narcos que no se intimidan por nada.
La situación está picante, tan picante como sus chilis y toda la variedad de salsas que ponen sobre sus tacos en pleno desayuno. Gobernadores atracados en el medio del tráfico con tiroteos incluidos, alcades que tienen que vivir del otro lado de la frontera de los EEUU para poder "guardarse" de las amenazas y una sensación de inseguridad total que lleva a la paranoia extrema de la sociedad. Que pase en México no impide que se vaya acercando ese peligro a las demás sociedades latinoamericanas, que como ya he observado en otros posteos, ya están dejando de ser países de simple tránsito. Me siento muy cerca de este pueblo y unidos en la oración y en cooperación para la implementación de políticas efectivas debemos de tener fe en que se saldrá adelante, pero primero enteremosnos de lo que está pasando, no podemos seguir ignorando lo que sucede en los países de la región, no podemos seguir siendo mirando el propio ombligo, sería un lujo que no nos podemos tomar en un mundo globalizado.