Hilda Molina en Argentina

Hace ya una semana que Hilda Molina pudo reunirse con su hijo, conocer a sus nietos y visitar a su madre que se encontraba en un hospital internada. El Gobierno cubano ha hecho una excepción y la ha permitido salir de la isla, su país que tanto lamenta se convierta en su prisión cuando no puede gozar de su derecho de libre circulación.
Aprovechando hábilmente la exposición de los medios de comunicación y la disposición que ha demostrado el Gobierno argentino, hizo lo que cualquier persona en su posición haría en caso de tener un micrófono en la mano: denunciar las violaciones a los derechos humanos de las cuales es víctima. No es la primera vez que la oigo decir que se sorprendía que las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, víctimas de una dictadura en argentina defendieran a la dictadura cubana. Esta vez, con el micrófono por delante la escuchó Carlotto, que de un modo totalmente irrespetuoso la mandó a callar. Si en definitivamente no decía más que la verdad, dictadura de derecha o de izquierda, dictadura al fin, acá o allá pero dictadura. La politización de los derechos humanos en nuestro país es inadmisible. Y esto es obra de este gobierno de la mano de estas mujeres que tanto se reverencian. Quiero creer que ignoran realmente lo que sucede allá en Cuba, que desconocen el número de presos políticos, de la discriminación a sus familias, los fusilamientos a quienes quieren salir del país, cómo excluyen a jóvenes de las universidades por pensar distinto, la miseria de los hospitales y la mentira de su sistema educativo. Por favor, porque sólo ignorando las atrocidades de la dictadura de Castro podes llegar a defender. Entonces, es así y sólo así Estela que te perdonamos semejante infamia. Porque es un absurdo justificar las violaciones de los derechos fundamentales de las personas por un sistema político, especialmente uno tan anacrónico como el comunismo. Si ya se han aceptado en la historia contemporánea las atrocidades del comunismo ruso, ¿porque no el del cubano?¿ porque todavía no cayó? ¿Hay que esperar acaso que caiga para poder reconocer sus crímenes? A Estados Unidos uno lo puede criticar igual, la ignorancia del imperio norteamericano del sistema del derecho internacional y las violaciones a los derechos humanos en terceros países por delirantes destinos manifiestos. No me importa si sos del primer o del tercer mundo, si sos de izquierda o de derecha, las violaciones a los derechos fundamentales son inherentes a todas las personas, tanto en Cuba como en Argentina o en Estados Unidos. Digo estas obviedades porque parece que para ciertas personas no son tan obvias.

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