Falta a la verdad, falta grave en caso de alto mandatario

Esta mañana leí la carta de Alberto Fernández en La Nación. Entro en twitter y es impresionante como se ha fragmentado la opinión de los twitteros ente los kirchneristas que pretenden desmentir los dichos del ex Jefe de Gabinete del matrimonio y los que aprovechan la acusación de falta a la verdad por parte de la Presidente para defender a quien creo yo también es un personaje nefasto de la política argentina. Se olvidan o dejan a un lado que Alberto Fernández era quien le pasaba sobres a Clarín durante la campaña de Cristina para fomentar "buena prensa" favorable a su candidata. Olvidamos que con Clarín los K tuvieron una relación que luego terminó en divorcio conflictivo, pero alguna vez fueron más que amigos. Los motivos fueron varios: Papel Prensa, las denuncias de la ex secretaria de Medio Ambiente Picolotti, entre otros.
La "aclaración" de Alberto era sobre los pecados que le adjudicaba la Presidenta pero hay otros pecados que jamás le atribuirá porque ella era más que cómplice la responsable intelectual de dichos pecados.
Entonces, discutir la carta de Alberto es como discutir el enfrentamiento de botineras en programas faranduleros. Nos quedamos en la superficilidad y no discutimos lo que está en juego de fondo.
El drama de todo este asunto es que si estuvieramos en un país donde doliera la
mentira y la corrupción, estaríamos frente a un impeachment pero no creo que nadie llegue a atreverse a algo así si por acusaciones más graves de corrupción y demás no han hecho nada, ni la Justicia, ni la oposición en plantear juicio político, ni los medios de comunicación de debatir lo que está en juego. Lo que está en juego es la moral de nuestro país que se va diluyendo con cada uno de las acusaciones que aparecen, no se hace nada y desaparecen del debate público sin consecuencia alguna.
Mi conclusión, es que es un motivo más para discutir la falta de códigos de ética pública en los políticos, y la falta de concientización en los medios de comunicación y de la ciudadanía en general, que no demanda lo que sería justo: la destitución o en este caso mínimo la baja de la candidatura presidencial de alguien que ha mentido no sólo en esta ocasión, sino en sus declaraciones impositivas, etc...(no me dan ganas de listar todos los escándalos k)