"Yo no fui, él miente" Cuba desmiente informe de DDHH de EEUU

Como si fuera un diálogo entre niños que se acusan entre sí, Cuba desmiente el informe emitido por el Departamento de Estado que afirma que en el 2011 se ha identificado un aumento de la represión del régimen cubano contra activistas de Derechos Humanos.

Luego de haber sido víctima de una detención de varias horas donde me interrogaron por el sólo hecho de haber hablado con miembros del movimiento cívico cubano y simples ciudadanos cubanos que reclaman legítimamente sus derechos, no necesito un informe de los EEUU para saber que es verdad, la represión aumentó en la isla. Lo pude ver en el ánimo del pueblo cubano en las calles de La Habana y otras ciudades de la isla, encontrando diferencias entre el año 2009 hasta el 2012 cuando viajé por última vez. Pero no nos quedemos en la subjetividad de una joven argentina, vayamos a los dichos de otros actores independientes e imparciales. Más allá de la historia de conflicto entre EEUU y Cuba, cuando el régimen castrista quiere desmentir un informe tan certero solamente por el emisor, podemos ir a reportes de organizaciones de la sociedad civil internacionales como Amnesty International que han identificado perfectamente a los presos de conciencia de Cuba, o informes de gobiernos de países europeos como el sueco, y verificar los datos del informe. El caso se repite con el mejor alumno del régimen cubano, el actual gobierno venezolano de Hugo Chavez cuando manifestara su intención de retirarse de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y acusara que dicha Comisión es manipulada por los intereses de los Estados Unidos. Esto no es casualidad, la CIDH emitió el 10 de abril último un alerta sobre la situación humanitaria de Cuba y Venezuela. Ahora bien dicha alerta también incluía países como Honduras y Colombia y sin embargo no escuchamos a estos países desprestigiar a la CIDH por el sólo hecho de mostrar a la comunidad internacional sus "trapitos sucios". Gobiernos maduros aceptan sus defectos y trabajan por mejorarlos, pero los inmaduros o quienes son manejados por el capricho autoritario es más comprensible la reacción infantil de decir implícitamente: "Yo no fui, él miente".