Viva en la eternidad de la memoria del pueblo cubano

El día 22 de julio del corriente año se difundió la noticia del fallecimiento del ingeniero y disidente político cubano, Oswaldo Payá Sardiñas, en un accidente automovilístico cuyas causas no han sido aclaradas. El líder cubano se encontraba junto a Harold Cerpero, joven del Movimiento Cristiano de Liberación, también lamentablemente fallecido, Ángel Carromero, vicesecretario de Nuevas Generaciones del Partido Popular de Madrid, y el presidente de la Liga de la Juventud Demócrata Cristiana de Suecia (KDU) Jens Aron Modig, quienes sobrevivieron al accidente. A mi me llegó recién la noticia el domingo por la noche a través de un mensaje de texto dado que estaba desconectada por el fin de semana (Si, no tengo Blackberry ni celular con internet). Además de la tristeza que me inundó el cuerpo casi instantáneamente, lo primero que pensé es él ya vive en libertad y que desde la eternidad va a seguir ayudando a Cuba en su lucha por la libertad. Lo segundo que pensé es que el pueblo cubano no puede permitir más "muertes accidentales" de quienes dedican sus vidas a la defensa de los derechos humanos y la democracia en Cuba. Hace 6 meses fue Wilmar Villar Mendoza, hace 9 meses fue Laura Pollán y antes fue Orlando Zapata Tamayo, sólo para mencionar algunos que perdieron su vida defendiendo los derechos humanos en Cuba como hoy la dieron Oswaldo Payá y Harold Cepero. Esto no es justo. Los ciudadanos cubanos sin excepciones tienen que levantarse y gritar por siempre ¡LIBERTAD! La verdad no puede quedar sin salir a la luz en estos momentos. La comunidad internacional debe demandar esclarecer las causas del accidente que le causaron la muerte a Oswaldo Payá, de manera que no quede ninguna duda ante la comunidad internacional, respecto a si hubo o no participación de la dictadura castrista. En estos momentos la solidaridad es clave, desde el lugar que uno esté, tanto por las redes sociales como a través de los canales institucionales del congreso, comunicados de prensa de políticos, ente otros. Por ello, felicito al Presidente Calderón de México por el minuto de silencio que pidió por Payá reconociendo su lucha por la libertad, a Ignacio Walker como líder del Partido Democrata Cristiano de Chile por su declaración y la del Senador Patricio Walker por intentar viajar al funeral y que fue impedido por el consulado cubano en Chile. Agradezco la fortaleza y el coraje de los testigos jóvenes europeos que acompañaban en el auto a Payá por animarse a declarar que otro auto embistió repetidas veces al auto de Payá lo que provocó que se provocara el accidente. La verdad que merecía y defiende su hija Rosa María junto a su esposa Ofelia y su hermano Carlos. Los jóvenes en toda América Latina y el mundo que salieron a pronunciarse y a lamentar la muerte del líder cubano, ente políticos y personalidades reconocidas como Lech Valesa sólo es una manera de verificar la integridad de la persona y del liderazgo que caracterizaba a Payá. Muchas veces Oswaldo Payá hacía referencias a amenazas contra su vida y la de su familia, incluso cuando lo fui a visitar en el año 2010 cuando se conmemoraban los 8 años de la presentación del Proyecto Varela, también me lo mencionó personalmente. Hoy queda sólo decir, que cuando los Castro amenazan tarde o temprano las amenazas se cumplen. Es el único tipo de afirmaciones y promesas que no queremos que los políticos cumplan. A pesar que es difícil imaginar una transición democrática de Cuba sin Oswaldo, quien era una persona conciliadora, íntegra y realmente amante de su patria, estoy segura que la memoria de su lucha vivirá más que nunca en el pueblo cubano. Para recordarlo de la manera que él querria que lo acompañemos, pedí una Misa en su memoria para martes 24 de Julio a las 20 hs en San Nicolás de Bari en la Avenida Santa Fe y Uruguay en Capital Federal, Argentina, sumándome a las Misas alrededor del mundo que se están celebrando por él y sus intenciones.

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