La OIJ y la juventud cubana

Los organismos internacionales, especialmente luego de la Segunda Guerra Mundial fueron creados por voluntad de los Estados miembros con el fin de alcanzar paz, desarrollo y democracia. Sea en el marco de las Naciones Unidas o de organismos regionales, la proliferación de organismos con fines específicos ha sido extensa. Sin embargo , algunos organismos olvidan su origen democrático y su responsabilidad de defender a la persona  y sus derechos fundamentales cuando los Estados miembros son incapaces o se niegan a hacerlo. Este es el caso de la OIJ en estos días, y a través de este organismo se manifiesta la complicidad de los Estados miembros y las pocas facultades independientes que puede tener un Secretario General que, por mas que quiera defender ciertos principios irrenunciables debe cumplir con la línea de los gobiernos sean democráticos o no.
La Organización Iberoamericana de Jóvenes (OIJ) es un organismo internacional de naturaleza multigubernamental que tiene como principal objetivo la inclusión e integración de las juventudes, a través de políticas públicas de juventud en los 21 países miembros. Realmente es una organización muy activa y quienes desde organizaciones juveniles hemos trabajado en la agenda joven conocemos los aportes que brindan siempre para incluir social, económica y políticamente a los jóvenes de la región. Es una organización que trabaja con los ministerios y secretarías de juventud de los países miembros y tiene como socios agencias internacionales como PNUD, CEPAL, OIT, dependiendo al temática y el proyecto. Hasta aquí todo pareciera indicar que cumple con el ideal de organización que busca un bien social en un grupo etareo determinado. El único inconveniente es la confusión que, porque su naturaleza sea intergubernamental, deba respaldar sin cuestionamiento alguno las propuestas poco democráticas de uno de sus miembros, ignorando adrede el hecho que sea una dictadura. Cuba cuenta con un sistema unipartidista de gobierno y a pesar sea uno de los miembros más activos e influyentes en la OIJ, no cumple con los requisitos de la membresia de tal organismo . El gobierno cubano a diferencia de los demás
miembros democráticos no esta representado ante la OIJ por una secretaria o un ministerio de juventud sino por la Juventud del Partido Comunista de Cuba. Por lo tanto, con este sólo hecho viola la misión de la OIJ  de promover políticas públicas con los gobiernos basados en los principios de transversalidad y intersectorialidad. En un sistema unipartidista sabemos que quienes ostentan el monopolio del podergubernamental  son los mismos que integran el partido único, y aún así las políticas públicas de juventud deberían ser dirigidas por una institución estatal diseñada para tal fin. Ello en Cuba no sucede.
En la reunión de la OIJ del mes de septiembre en Burgos con los ministros de Juventud se consensuó un comunicado repudiando a los jóvenes latinoamericanos que viajan a Cuba en manifestación de solidaridad con los jóvenes cubanos que no pertenecen al gobierno comunista llamándolos de "terroristas y desestabilizadores". Quizás ese comunicado se refiera a la investigación de AP al programa de USAID para apoyar a la sociedad civil democrática en Cuba que tanto al gobierno dictatorial le molesta. Pero de dicha investigación lo único que se ha mostrado es como jóvenes latinoamericanos se reúnen con jóvenes cubanos. Que unos periodistas ignoren el derecho a reunión o la libertad de asociación es una cosa pero que representantes de gobiernos democráticos acepten llamar terroristas a quienes reclaman pacíficamente democracia es otra. Al ser tan indignante y absurdo este comunicado, los participantes de la Mesa de Diálogo de la Juventud Cubana -espacio de participación juvenil compuesto por jóvenes de 15 organizaciones de la sociedad civil- se reunieron para analizarlo. Luego de debatirlo y aprobarlo por unanimidad, respondieron con otro comunicado denunciando la manipulación del gobierno de Cuba, y pidiendo apoyo a los Estados miembros de la OIJ en la demanda de los jóvenes cubanos a su Gobierno para que  este ratifique la Convención Iberoamericana de los Derechos de los Jóvenes, cree una institución estatal donde las politicas públicas sean diseñadas con un sentido pluralista en pos al bien general y reconozca el trabajo pacífico de organizaciones como Jóvenes Iberoamericanos y la Red iberoamerica Líder que brindan el apoyo a la Mesa de Dialogo de la Juventud Cubana.
La respuesta de Alejo Ramirez, Secretario General de la OIJ fue tan simple como desperanzadora: dado que la OIJ es un organismo internacional que trabaja con los Gobiernos debe priorizar a estos sobre el trabajo con los jóvenes y las organizaciones juveniles. Conociendo el trabajo de tal organismo donde constantemente colabora con jóvenes de organizaciones de la sociedad civil, invitándolos a seminarios y a encuentros, es que me queda más claro que la negativa no es porque el Secretario General o los Estados Miembros no crean positivo  el trabajo con las redes juveniles, sino por condición del Gobierno Cubano. Ya en el Foro de la Red Vanguardia previo a la Cumbre Iberoamericana de Presidentes en Panamá del 2014 cuando Rosa Maria Paya participó y logró el apoyo de los jóvenes del resto de la región para aprobar un documento que respaldará la demás anda del llamado a un plebiscito en Cuba, las autoridades cubanas manifestaron su desagrado y rechazo a tal iniciativa a Alejo Ramirez, como si la obligación del Secretario General fuera callar a las voces de los jóvenes que molestan.
Este es un mensaje alarmante que va más allá del caso de Cuba. Este año de ha sumado la muerte de 40 jóvenes y cientos de detenidos en las protestas en Venezuela, así como los 43 estudiantes desaparecidos en México.
Y con estas palabras llamo a la reflexión a los gobiernos de la región, para que apoyen a los jóvenes que luchan pacíficamente por la libertad y la democracia, y que fortalezcan una institución como la OIJ para que cumpla su verdadero mandato de proteger a los derechos de los jóvenes.

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