La falta de libertad política del pobre

Este domingo Argentina elegirá en las primarias abiertas simultáneas y obligatorias los candidatos a la presidencia de la nación de las elecciones de octubre. Cristina Kirchner, tras 8 años de gobierno, no puede decir que deja un país mejor que el que recibió porque no es verdad, por más spot publicitario que difunda con dicha afirmación. No, al menos en cuanto a los índices de pobreza se refiera, pues aunque este intervenido el INDEC desde el 2007, los índices privados y de instituciones confiables como la UCA muestran que la indigencia y la pobreza no solo que no ha bajado sino que ha aumentado al 28.7%. ¿Cual es el objetivo de un gobierno sino mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos? En esos términos, el Gobierno de Cristina fracasó rotundamente. Entonces, es valido preguntarse porque los kirchneristas buscan ganar unas vez más las elecciones a toda costa, aún violando la ley electoral, para mantener el poder.
En estas elecciones, como en todas en realidad, los pobres deben ser los protagonistas, es hacia ellos que las políticas públicas del Estado deben dirigirse en forma urgencia. Es para salvar los niños de la desnutrición infantil, mejorar los hospitales y medidas de prevención que disminuya la mortalidad materna, es para incluir a los niños y jóvenes en el sistema educativo que les de una oportunidad de futuro, un empleo decente para recuperar la movilidad social por lo cual se caracterizaba Argentina. Son los pobres los que, en estas elecciones en particular, ven vulnerados el ejercicio del voto libre. Vulnerado por la política del miedo, las amenazas que desde el oficialismo se han encargado de hacerle llegar a los más necesitados de que si viene otro gobierno perderán el ingreso mínimo de los planes sociales. Cuando los argentinos de clase media no entienden como aún hay un 34% de la población dispuesta a votar por la continuidad de la impunidad de la corrupción, por quienes permitieron que el narcotráfico se enquiste en las fuerzas policiales y espacios de poder, se olvidan que gran parte de ese porcentaje no elige libremente. Mi abuelita siempre decía que hay que informarse y formarse para poder saber tomar buenas decisiones en la vida, y para que nuestras elecciones sean verdaderamente libres. Lamentablemente no todos tienen la misma suerte, no puede elegir con libertad para quien el que haya un plato de comida en la mesa al final del día es su prioridad. No elige con libertad quien es dependiente del  político inescrupuloso que miente y practica proselitismo con los fondos públicos.
Los pobres son las principales víctimas indefensas ante un gobierno corrupto e inescrupuloso que hará todo lo posible por permanecer en el poder y asegurar su impunidad.
La sociedad está indignada por las prácticas de corrupción que se caracterizaron en esta última década por su alevosía. Pues ya ni se esfuerzan en evitar dejar rastros, simplemente hacen la limpieza después apretando a jueces y fiscales. 
Sin embargo, son los pobres las principales víctimas de la corrupción, porque el dinero desviado hacia las cuentas personales que políticos tienen en Panamá u otros paraísos fiscales, es dinero que correspondía invertir en el desarrollo del pis que genere igualdad de oportunidades.

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