El presidente de EEUU saluda a los cubanos en Cuba pero los cubanos prefieren visitarlo en su tierra

Barack Obama llega a Cuba saludando por Twitter con un “Que bolá Cuba?”, saludo que le es indiferente a las familias de los nueve balseros cubanos fallecidos el viernes por intentar huir de Cuba buscando un futuro mejor en las costas estadounidenses. El éxodo de los cubanos se incrementa y la crisis humanitaria de los cubanos varados en Centroamérica no se acaba. El salto estadístico de los veinte mil a cuarenta y mil migrantes cubanos que emigraron a los Estados Unidos durante el 2015 es una de las consecuencias negativas atraídas por el anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y Cuba en diciembre de 2014. Anuncio que primeramente trajo esperanza de cambio, pero que luego solo conllevó a la incertidumbre y a más desesperanza. Incertidumbre de los ciudadanos bien fundamentada además, tras escuchar a congresistas norteamericanos cuestionar la vigencia de la “Ley de Ajuste” de 1966 que brinda beneficios a los inmigrantes cubanos al llegar a tierra estadounidense y la residencia al cumplirse el año. Si uno lo analiza desde el punto de vista del ciudadano común, que busca un mayor crecimiento personal, el nuevo escenario lleno de promesas de desarrollo solo es un factor de incertidumbre. Es comprensible que los ciudadanos cubanos descrean de Raúl Castro, quien desde 2008 ha hecho anuncios de cambios de políticas que prometían al menos pequeñas libertades económicas que luego quedan bloqueadas por nuevos controles estatales. Es comprensible que los ciudadanos cubanos descrean de las consecuencias en su realidad económica de las nuevas medidas económicas prometidas por un presidente elegido democráticamente pero que luego se abraza con un dictador elegido dinásticamente. Y es así que ese ciudadano descreído elige aventurarse al mar en embarcaciones precarias arriesgando su vida, o iniciar la larga travesía terrestre por Centroamérica hasta llegar a la “tierra prometida”. La crisis migratoria llegó a que en diciembre de 2015 hubieran 5 mil cubanos varados en Costa Rica esperando la solidaridad de los gobiernos extranjeros no sin una crisis política en el Sistema de Integración Centroamericano (SICA) ante el silencio del régimen cubano. Un régimen que no condenó la represión a sus propios ciudadanos, represión realizada por un gobierno extranjero al bloquear el paso a los migrantes cubanos varados con actos violentos que afectaron a mujeres y a niños, por orden en este caso del presidente nicaragüense. El silencio del régimen, daba lugar a sospecha de complicidad, dado que la crisis humanitaria así provocada les daba fundamentos de la emergencia económica para conseguir apoyo en las negociaciones tanto con Estados Unidos como la Unión Europea. Los ciudadanos cubanos están resignados a que su gobierno no solo no vele por sus derechos sino que sea el principal actor en violarlos. Un poco de historia de la migración cubana en los Estados Unidos Ha habido desde el triunfo de la Revolución en 1959, distintas olas migratorias que llevó a que la población de los cubanos en los Estados Unidos alcance a un total de 2.013.155 cubano estadounidenses, según datos oficiales de los Estados Unidos. La primera ola migratoria fue inmediatamente en 1959 por las medidas de expropiación y persecución política del recién instaurado. Hubo dos éxodos reconocidos por los nombres de los puertos que fueron liberados por un tiempo determinado: uno en 1965 el éxodo de Camarioca cuando emigraron unos treinta mil cubanos, y otro en 1980 el éxodo de Mariel cuando emigraron unos ciento veinte mil cubanos. Sea por tierra o por mar, hubo momentos de la historia de la revolución que el gobierno permitía la salida de los cubanos a modo de descomprimir la presión interna a partir del descontento popular. Ejemplo de ellos, fueron los vuelos de la libertad realizados hasta 1973 por los cuales emigraron más de doscientos cincuenta mil cubanos por un acuerdo oficial. La historia de la migración cubana hacia los Estados Unidos no esta exenta de capítulos trágicos como el del hundimiento del remolcador 13 de marzo en 1994 o el derribo de los dos aviones de los Hermanos al Rescate en 1996 con la perdida de vida de inocentes por ordenes del gobierno cubano.